19/8/13

Nueva Vida con las Dudas de Siempre.

Lo se, Lo se, he vuelto a incumplir mi palabra.
Pero esta vez habrán de perdonarme, puesto que he hecho la mayor locura que nunca uno hubiera pensado que podría ocurrir en estos parajes virtuales dejados de la mano de un Dios que se ríe con cada palabra nueva que escribo... he comenzado un intento por volverme una persona normal.
Una persona normal, con una rutina normal, unas aficiones normales, un aspecto normal... una vida aburrida.
Si os tengo que ser sinceros, no me gusta esta nueva vida. No es que no sea mejor que lo que tenia antes, que no se realmente si a eso se le podría denominar vida, es mejor en muchos, innumerables aspectos, y estoy enormemente agradecido en gran parte por las posibilidades y momentos que me ha brindado hasta el día de hoy, las personas que he conocido, y las oportunidades que me ha abierto.
Pero no me gusta, ya que ser una persona normal no es divertido... nada divertido.
Tampoco era de esto de lo que venia a hablar, de que tener una vida así es aburrido, esto es solo una presentación, un cúmulo de excusas por las cuales he incumplido mi palabra sobre venir a escribir una vez al mes en este año 2013, año 9 desde que llevo este blog, y eso que la época en que esto de los blogs personales estaba de moda paso hace tanto tiempo... pero aquí sigo yo, inexpugnable, imprevisible en mis publicaciones, incomprensible en mis escritos, inaguantable por mi publico, si es que me queda alguno...
De lo que si vengo a hablaros, es de como siempre quiero complicarme la existencia, o quizás algún genio malvado como alguna que otra vez he nombrado habita en los oscuros pasillos de mi cabeza, y entre sus habitaciones desamuebladas maquina perversos planes contra mi persona, y siempre suele salirse con ellos...
Se sale con ellos, a diferencia de mi.
A lo que vamos, es que pudiendo tener ahora una existencia plácida y tranquila, con meras preocupaciones paganas y mortales, quiero volver a la mesa de juego, ya me conocéis los que me conocéis, jugador empedernido del casino donde las fichas no cuestan dinero, donde en la ruleta sale el doble cero mas de la cuenta, donde cada vez que el crupier gira una carta puede ser la última.
Y esta vez yo no quiero ser quien mueva le mesa, ya que no tuve prisa al llegar, no quiero tener prisa al irme... pero tampoco quiero que pasen muchas otras cosas que se que van a pasar, porque siempre pasan.
Las cosas que pasaran son que me daré por vencido, que quiera ir a la carrera, que me llamen del vestíbulo para ser el chófer de otra persona, que alguien eche una moneda en una tragaperras que yo ya tenia caliente, que nadie encuentre mi abrigo en el guardarropa, que me den una moneda falsa en la maquina de tabaco...
Todo esto se resume en lo de siempre, en que la linea que separa a los buenos de a los tontos se confunde muy rápido...
También me pasa todo esto que me pasa por dos razones, porque no tengo a nadie con quien hablar de esto con toda confianza, alguien que comprenda plenamente como funciona mi cabeza, si es que eso es posible claro.. alguien que entienda que necesito hablar largo y tendido del asunto, alguien a quien contarle absolutamente todo y que me diga, sinceramente, que estoy haciéndolo bien, que si la tragedia griega finalmente se presenta, que no saque dedo acusador alguno en mi dirección, que no era el momento ni la situación, la predisposición no era la debida, o que la ruleta se paro en la casilla equivocada, simplemente eso... que yo jugué bien mis cartas, no se las lance a la cara a nadie, no hizo la señal equivocada ni dude en poner mis fichas en la mano correcta... todo se resume en alguien que me escuche una noche entera, una noche como las de antes, una noche de las de verdad, de las que duraban hasta que las farolas se encendían y ciertos personajes melancólicos abanaban sus escondites para poner el mundo en marcha a escondidas, una de esas noches en las que la magia se movía por las calles como si fuera su lugar habitual, una noche en la que poder hacer eso que esto repitiendo tanto últimamente, eso de poder acostarte con la mente tranquila.
Y la segunda razón viene un poco a cuenta de esto, ya que necesito alguien que me escuche por que soy bastante inseguro en lo que a esto se refiere... yo suelo decirme a mismo que soy realista, cuando a ciencia cierta se que lo que ocurre realmente es que soy inseguro, pesimista, que soy el peor para darme consejos a mismo, ya que siempre suelo decir que todos los cambios empiezan por uno mismo, y que para poder apreciar cualquier cosa, lo primero es apreciarse a si mismo, cosa que yo no soy capaz de hacer cuando salen los rejones al ruedo, y por muchos momentos de plena lucidez que tenga, en los cuales elucubro rebuscados planes estratégicos para mis empresas atípicas, luego todo se desmorona estrepitosamente cual castillo de naipes ante una brisa veraniega...
Lo peor de todo, es que yo creo que mis propósitos son nobles, no paro de repetirme a mismo que hago lo correcto, de la forma correcta, hasta en el momento correcto, que soy un buen vendedor que ofrece el producto adecuado a la persona que lo necesita, que mis precios son mejores que los de la competencia, que mis condiciones son inmejorables...
Pero aun así, todo es decisión al final del cliente, de como el cliente entienda tus intenciones... venga va, todos sabemos de lo que estoy hablando, así que tengo derecho a decirlo, ya esta bien de rodeos retóricos..
Tengo miedo de que, como se dice hoy en día, por ir con buenas intenciones, por preocuparme por la felicidad de una persona, por hacer esas cosas, me metan en esa temida "Friend Zone", de donde cuenta la leyenda que nunca se puede salir.
Por miedo, quizás, a hacer algún movimiento delatador de mis intenciones, a que se me vea el plumero en argot coloquial, a romper la balanza por poner tanto peso encima, a perder lo poco que he ganado aunque signifique mucho para mi.
La cosa puede ir de libros y de personas, incluso de animales, pero al final todo es cuestión de secretos, de entresijos, de la palabra adecuada en un momento concreto, de tener valor y de creer en uno mismo, tampoco va a ser la de ser un loco, que lo soy, pero no un loco de los que se cuelga sin red, de los que tiene una cuerda tan corta que cuando se tira, se choca con el puente, de los que creen que los fantasmas del pasado siempre vuelven para alimentarse de los despojos que puedan quedar sueltos allá donde pasas...
Solo soy un loco que cree que merece una oportunidad, que pueda o no tener razón, y que mañana tiene otro día por delante.... uno más.

No se me olvida la cita, aunque esta creo que es de un servidor: "El camino al éxito está asfaltado con las piedras de tus anteriores fracasos".