10/4/13

Lanzar los dados.

Pido  perdón por  perderme durante Marzo.
Se que  debería de haberos dejado saber de mi, haberos contado un par de historias para no dormir, un par de  anécdotas extrañas llenas de  símbolos que para si mismo  querría mas de uno de esos que se llaman a si mismos autores de best-sellers.
Pero no pude, o mas bien no quise, el caso es el mismo, no lo hice.
No lo hice porque no encontré animo alguno para ello, porque me encontraba en otra de esas etapas propias en las que necesitaba un significado extra, una nueva  razón que diera sentido al computo total de mis acciones... eso que alguna vez llame yo mismo "motivos".
Como llevaba  algún tiempo  diciéndome a mi mismo, había perdido una guerra, otra mas de las muchas en las que ya he batallado, pero en esta singular ocasión dio se la casualidad de que no era consciente de que era soldado en rencilla alguna.
Un poco  difícil de entender incluso para mi. Muchas veces parece que las cosas van pasando a nuestro alrededor y nosotros no somos mas que espectadores, otras veces somos nosotros los actores de la función, pero no sabría yo decir si esta vez fui alguno de ellos, o tan solo una butaca  vacía.
Una butaca  vacía en una sala oscura, esperando a que llegara alguien, o mas bien a que el anfiteatro de los horrores se vaciara, quedara en penumbra y pasara  algún empleado de la limpieza escoba en mano recogiendo los desperdicios de la obra.
Tampoco me voy a engañar a mi mismo, se que cuando uno tira los dados existe el doble seis como existen los ojos de serpiente, y que cuantos mas dados lanzas mas alta es la probabilidad de que la banca se quede con tus ahorros de este año.
No se para que  quería volver yo mismo a escribir, si esto es solo un vario pinto conjunto de  términos que se mezclan tan bien como aceite y agua...siempre uno arriba del otro, cuando lo agitas puede parecer por un momento que se llegan a unir, pero que el tiempo pone a cada uno luego a su lugar.
Y digo esto de los dados y los juegos, como digo lo de la guerra, porque se muy bien de lo que hablo, parece que no, pero lo se, vaya si lo se.
Lo se porque desde el primer momento me dije a mismo que  había algunas cosas que para mi mismo estaban vetadas, algunos arcanos de la baraja que nunca se deben sacar, algunos recuerdos que siempre hay que dejar guardados en los cajones de abajo, en los que nunca miras, los de la ropa de temporadas pasada.
Soy muy viejo para según que cosas, y muy inocente para algunas otras, demasiado iluso como para darme cuenta de que algunos muros no se pueden saltar, demasiado vago para coger una escalera...
Ahora es cuando se me viene a la cabeza aquello de que quien no arriesga no gana... "paparruchas".
Yo nunca pude ganar, nunca quise ganar, y de haber querido o podido, la habría fastidiado, tenedlo por seguro.
Seguro digo, y tengo esa certeza ya que esto es el cuento de nunca acabar, la pescadilla que se muerde la cola. Lo de intentar mirar con la luz apagada, escuchar entre el estruendo de las fiestas, oler en un vertedero, o saborear un trago de agua helada.
Lo peor de todo, es que siempre te dejan seguir haciendo tiradas, siempre hay alguien mas en la mesa, siempre una bola girando en la ruleta y alguien que se lo juega todo el 37.
Por todo esto y por algunas cosa mas como estas que ahora iré relatando, o no, necesitaba alejarme un poco de todo, y de todos.
Y si he pensado, al final dude, si  creí por un momento, me equivocaba, si  sonreí, a lo mejor era por no  llorar, y si  sufrí, seguramente lo mereciera.
Si antes dije que era viejo, inocente, iluso y vago, me olvide de mencionar cobarde.
Pues, seamos sinceros, ¿Quien huye en cuanto las cosas no le salen como  había planeado?, y al final, alguien llego y se  sentó en esa butaca  vacía, y era yo, levantando la mano sin mas testigo que ese hombre con bigote recogiendo basuras y desperdicios, mirándome con un semblante inamovible  con una mano en su utensilio de trabajo y otra en su calva murmurando "Que diantres...".
Y esta bien que la gente me mire y me señale, si fuera la primera vez  pensaría que me están mal juzgando... pero ojala pudiera o pudiese decir que en verdad es la primera vez que ocurre, que es la primera vez mi pluma relata historias de fugas no planeadas, un cuento en el que el caballero dice "Fuck you Bitch" y deja a la princesa en la torre a su suerte.
Pero como digo, cuando nadie te ha visto, cuando no has tenido la valentía, por no decir otra cosa mas mal sonante, el arrojo, o la decencia de hacer las cosas como se espera de alguien como tu, alguien con tus principios, con tus ideas, con tu forma de plantar cara a la vida, alguien que dice estar de vuelta de todo y sin miedo a nada... pues cuando no haces nada de lo que acabo de escribir, pues siempre puedes volver... volver claro, con el rabo entre las piernas, también, cual sombra del olvido, perro olvidado, soldado sin estandarte ni  nación, vieja gloria una vez por muchos buscada y ahora sin nombre ni apellido, solo un relejo en un tiznado espejo de lo que una vez fue, alguien que alguno  podrás recordar pero que muchos pasaran de largo... pero como digo, siempre se puede volver.
Y lo hizo, por eso estoy  aquí, por eso tengo los dados en una mano y una baraja boca arriba en la otra, con el rey de espadas asomando su arma.
Decía que no sabia que hacia aunque era mentira.. ahora no os voy a decir la verdad tampoco, esa me la guardo en el ultimo cajón, como dije antes.
Y termino diciendo una vez mas, que algunas cosas no deben de ser encontradas, algunos nombres no deben de ser mencionados, algunas verdades deben quedar  olvidases, y algunas personas deben dejar de lanzar los dados.